Santiago.- Un grupo de científicos del Departamento de Magnetismo Terrestre del Instituto Carnegie, tras estudiar una serie de rocas volcánicas en la isla Baffin, en el Ártico canadiense, han descubierto que un "pedazo" del planeta ha sobrevivido al paso del tiempo sin alteraciones ni contaminaciones, tal y como era hace 4.500 millones de años, cuando el mundo aún estaba cubierto por océanos de magma sin solidificar.
Las rocas analizadas por los investigadores tienen unos sesenta millones de años, pero guardan en su interior las pruebas de que, justo debajo de la isla, duerme toda una región intacta del manto terrestre primigenio.
Los investigadores aseguran que esta auténtica "reserva" del antiguo manto data de apenas unas decenas de millones de años después de que la Tierra se "ensamblara" a partir de la colisión de cuerpos más pequeños. Lo que hace de ella una auténtica "ventana" que permitirá conocer al detalle la composición del manto justo después de la formación del núcleo terrestre, pero antes de que se formara la corteza y comenzaran los procesos geológicos que conducen a la actualidad.
Los investigadores se centraron en el análisis de una serie de rocas volcánicas muy concretas de la isla Baffin. Estudios anteriores mostraban que en ellas se daba una proporción anormal entre Helio-3 y Helio-4. De hecho, la mayor parte de las reservas de Helio-3 se han ido perdiendo en el espacio tras llegar a la superficie a través de miles de erupciones volcánicas a lo largo del tiempo.
No sucede así con el Helio-4, cuya provisión en el interior de la Tierra se alimenta continuamente como consecuencia de la descomposición del uranio radiactivo y el torio.
En efecto, más del 99% de todo el Helio que se encuentra en la Tierra es Helio-4, pero la elevada proporción de Helio-3 presente en las rocas de la isla Baffin, indica que el manto que hay debajo no ha perdido, como el resto, sus reservas originales de este elemento, lo que implica también que no ha estado sometido a la diferenciación química experimentada por el resto del manto.
"Se trata de un periodo clave en la formación de la Tierra. Ahí se preparó el escenario para todo lo que vendría después. El manto primitivo que hemos identificado debería ser la fuente última de todos los magmas y los diferentes tipos de rocas que podemos ver en la Tierra actual", asegura Richard Carlson, coautor del estudio.
Fuente: Diario ABC de España - terra.cl 17 de Agosto de 2010.