Un cráneo de un Australopithecus africanus.
La estructura de la mano del Australopithecus africanus que vivieron hace 3,2 millones de años sugiere que tenían la habilidad de sujetar y usar herramientas, aunque no las habían inventado aún, dijeron antropólogos el Jueves.
Hasta ahora, no se creía que el Australopithecus africanus, que vivió hace 2 o 3 millones de años en lo que ahora es Sudáfrica, fuera capaz de hacer herramientas -la primera evidencia de ellas data de 2,6 millones de años atrás-, pero sus manos sugieren lo contrario, según un estudio publicado en la revista especializada Science.
El Australopithecus africanus, una criatura con un aspecto de simio y largos brazos, con un cerebro grande y que caminaba erguido en dos patas, parece haber descendido de los árboles, adquirido destreza en las manos y haber sido capaz de realizar movimientos motores finos.
Los nuevos descubrimientos están basados en un nuevo estudio de la estructura esponjosa del hueso, llamado trabeculae, que puede revelar cómo se utilizaron los huesos mientras el individuo estaba con vida.
Por ejemplo, los huesos trabeculares son muy distintos en humanos y chimpancés, que no pueden imitar la forma en que una mano humana agarra con fuerza algo usando los pulgares y los dedos.
No obstante, los fósiles de los neandertales se asemejan más a las manos de seres humanos modernos en este sentido. Los neandertales tenían la habilidad de usar herramientas y realizar pintura rupestre.
Los Australopithecus también “tenían un patrón de hueso trabecular tipo humano en el pulgar y la palma (los metacarpianos) consistente con la oposición del pulgar y dedos típicamente adoptado cuando se manipulan herramientas”, dijo en un comunicado la Universidad de Kent.
“Estos resultados apoyan la evidencia arqueológica previamente publicada sobre el uso de herramientas de piedra en el Australopithecus y aporta pruebas esqueléticas que revelan que nuestros ancestros tempranos tenían gestos parecidos a los humanos desde mucho antes, y más frecuentemente de lo que se había considerado antes”.
Hasta ahora, no se creía que el Australopithecus africanus, que vivió hace 2 o 3 millones de años en lo que ahora es Sudáfrica, fuera capaz de hacer herramientas -la primera evidencia de ellas data de 2,6 millones de años atrás-, pero sus manos sugieren lo contrario, según un estudio publicado en la revista especializada Science.
El Australopithecus africanus, una criatura con un aspecto de simio y largos brazos, con un cerebro grande y que caminaba erguido en dos patas, parece haber descendido de los árboles, adquirido destreza en las manos y haber sido capaz de realizar movimientos motores finos.
Los nuevos descubrimientos están basados en un nuevo estudio de la estructura esponjosa del hueso, llamado trabeculae, que puede revelar cómo se utilizaron los huesos mientras el individuo estaba con vida.
Por ejemplo, los huesos trabeculares son muy distintos en humanos y chimpancés, que no pueden imitar la forma en que una mano humana agarra con fuerza algo usando los pulgares y los dedos.
No obstante, los fósiles de los neandertales se asemejan más a las manos de seres humanos modernos en este sentido. Los neandertales tenían la habilidad de usar herramientas y realizar pintura rupestre.
Los Australopithecus también “tenían un patrón de hueso trabecular tipo humano en el pulgar y la palma (los metacarpianos) consistente con la oposición del pulgar y dedos típicamente adoptado cuando se manipulan herramientas”, dijo en un comunicado la Universidad de Kent.
“Estos resultados apoyan la evidencia arqueológica previamente publicada sobre el uso de herramientas de piedra en el Australopithecus y aporta pruebas esqueléticas que revelan que nuestros ancestros tempranos tenían gestos parecidos a los humanos desde mucho antes, y más frecuentemente de lo que se había considerado antes”.
El estudio incluyó a investigadores de la University College de Londres, el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, Alemania y la Universidad de Tecnología de Viena en Austria.
Fuentes: AFP y diario La Tercera. 23 de Enero de 2015.