sábado, 2 de enero de 2010

Por dentro, la Tierra rota más que por fuera

El campo magnético de la Tierra.


La erupción del volcán ecuatoriano de Tungurahua, de 5.040 metros emite el líquido bullente del centro del planeta.

Roces van generando un efecto electromagnético que afecta a todos.

Kenneth Chang

Científicos publicaron en "Science" que la esfera de hierro al centro terrestre, una bola mayor que la Luna, gira más que el resto del planeta.

En un periodo de 7 a 12 siglos completa una vuelta más.

Esto ayuda a explicar cómo es que la Tierra genera su campo magnético.

Dos científicos en la Universidad de Columbia habían afirmado que el bolo tiene movimiento independiente. Al ver la imagen ampliada hubo dudas, pero hoy, Paul G. Richards y Xiaodong Song han generado nuevos datos. "No podemos precisar cuánto está girando el bolo, pero sí sabemos que no puede ser cero" dijo Xiaodong Song.

Las mediciones indican que el bolo interior gira 0,3 a 0,5 grados más que el resto del planeta en cada vuelta.

Para lograr sus conclusiones compararon las mismas ondas sísmicas en distintos lugares.

Las ondas de dos terremotos de las islas Sandwich habían cambiando drásticamente cuando llegaron a Alaska. Algo les ocurrió en las profundidades de la Tierra.

El bolo es casi esférico y pareciera tener una capa externa como una textura de madera que podría acelerar o retardar las ondas.

Teorizan que las mareas del metal líquido generan campos magnéticos que empujan el bolo metálico interior. "Es como el rotor de un motor eléctrico a miles de millones de amperes", dijo Richards.

Los nuevos datos se meterán en modelos computacionales para afinar los cálculos.

El complejo sistema magnético de la Tierra está produciendo un cambio de ubicación del Polo Norte al que apuntan las brújulas, distinto al Polo Norte Geográfico, según la Asociación Geofísica estadounidense.

Eventualmente, sostienen algunos, el norte magnético podría llegar al Polo Sur.

En Internet: El libro de Richards: www.Ideo.columbia.edu/-richards/

Fuente: Diario El Mercurio. 16 de Diciembre de 2005.