martes, 10 de abril de 2012

Secuencia del genoma de Ötzi entrega detalles de sus enfermedades


El también llamado “Hombre de Hielo” tenía predisposición a padecer enfermedades cardiovasculares, además de sufrir intolerancia a la lactosa

En 1991 un matrimonio alemán descubrió durante una excursión por el valle de Ötztal en los Alpes italianos, cerca de la frontera con Austria, la momia Ötzi o el “Hombre de Hielo”, como también es conocido.

Entre los detalles que se conocían hasta ahora, luego de 20 años de estudios, es que medía aproximadamente 1,60 de altura y tenía casi 50 kilos de peso. En torno a la causa de su muerte, los análisis de estos años han podido concluir que falleció alrededor de los 46 años de un golpe en la cabeza y luego una flecha atravesó su tórax, la que le habría provocado una hemorragia.

Pero ahora, los investigadores que lograron secuenciar completo su genoma han revelado nuevos detalles de la estructura genética de este hombre que vivió hace unos 5.300 años. Por ejemplo, que era intolerante a la lactosa y que tenía una predisposición genética a las enfermedades cardiovasculares. Esto último llama la atención, debido a que por sus condiciones de vida, Ötzi no estaba expuesto a los factores de riesgo que hoy se consideran como desencadenantes de una enfermedad cardiovascular, como el sobrepeso o la falta de ejercicio.

“La evidencia de una predisposición genética en la vida de Ötzi es de gran interés para nosotros. Esto indica que las enfermedades cardiovasculares no son una enfermedad principalmente asociada a estilos de vida modernos. Ahora estamos dispuestos a utilizar estos datos para ayudar a explorar más a fondo cómo estas enfermedades se han desarrollado”, puntualiza Albert Zink, del Instituto de Momias y del Hombre del Hielo de la Academia Europea de Bolzano/Bozen (Italia).

Otro dato entregado es que el grupo sanguíneo de Ötzi era O y que su patrón genético es más cercano a los habitantes actuales de las islas Cerdeña y Córcega. Sus ancestros habrían emigrado del medio Oriente.

Fuente: Diario La Tercera. 28 de Febrero de 2012.